01 noviembre 2006

Georgia se aleja de su presidente

Publicado en Komersant, el 23 de octubre de 2006.


No todos culpan a Rusia

En el parlamento de Georgia han decidido formar una comisión de investigación de los casos de violación de los derechos de los georgianos en la Federación de Rusia. Los diputados prometieron hacer públicos los primeros resultados de la investigación la próxima semana, cuando llegue a Tbilisi un grupo del Consejo de Europa. Con todo, según aclaró la corresponsal Olga Allenova, la opinión de los propios georgianos sobre el conflicto con Rusia dista de ser unívoca. Muchos consideran que la culpa es de los errores del presidente Mijail Saakashvili.


Hay que aguantar un año

El mercado de Tbilisi es muy ruidoso y con mucha gente. Para los campesinos georgianos esta es la mejor época del año, la de la cosecha de manzanas y uvas. El mercado está lleno de productos del campo y de vino que se sirve a todo el que lo quiere. Los vendedores de vino, al oír hablar en ruso, empiezan a preguntar a coro cuándo va a abrir la frontera el presidente Putin. Los que más sufren de la pérdida del mercado ruso son los campesinos. El gobierno ha ofrecido préstamos a las bodegas, perso los campesinos no pueden venderles más que una parte de su producción. Georgia occidental lleva sus productos al mercado fronterizo con Osetia del sur en Ergneti. Los osetios compran la producción y la venden en Vladikavkaz, aunque los precios de la uva en Osetia han bajado a la mitad. Georgia oriental sólo tiene el mercado interior. “El gobierno promete que iremos al mercado turco, dice David minadse, un anciano georgiano. Dicen que los turcos han empezado a comprar grandes cantidades de nuestro vino. Pero de todas formas el mercado turco no es el ruso. A los turcos les sobra con su propia producción. Por supuesto no nos moriremos de hambre, siempre se vende algo”. Los vecinos de puesto de David aseguran: “Todavía no nos hemos muerto, ¿y qué pasará después? Todo ha subido de precio. El grano se ha multiplicado por tres, el aceite también. Hay que pensárselo antes de llamar enano liliputiense a Putin”. Los vendedores se refieren a su presidente Saakashvili, que se permitió esas poco diplomáticas manifestaciones dirigidas a su colega ruso. Por cierto, en los últimos tiempos los políticos georgianos cuidan más sus expresiones,porque han entendido que la retórica negativa es unproblema, y a la sociedad georgiana esto no le gusta. De todas formas aquí existe la sensación de que el bloqueo ruso amenaza con crear una sublevación popular contra Saakashvili.

Los georgianos son pacíficos. Están seguros de que los presidentes llegarán a un acuerdo. Y si no quieren llegar a un acuerdo, se les obligará. Así sucede en Europa y en América. Aquí juzgan con mucha cabeza la gran política, se habla de la politización de la televisión georgiana. “A los Estados Unidos no les conviene ahora enfadarse conRusia, dice David, todos los árabes están con Rusia, y los árabes dan más miedo que nosotros, los georgianos. Nosotros sólo bebemos vino y echamos juramentos, y los árabes lanzan cohetes. Así que al final los Estados Unidos harán que nuestro presidente llegue a un acuerdo con Putin. Y si no llega a un acuerdo, de todas formas a Putin le queda un año. ¿No aguantaremos un año?

El kremlin a la espalda

Sólo hay una persona que hoy día halba de la posibilidad de una revolución en Georgia; la líder del partido “imedi, recientemente formado, Irina Sarishvili. Dirigía el bloque de partidos de Igor Guiorgadze, pero tras los arrestos de sus partidarios, a los que se acusó de intento de golpe de estado, el bloque se disolvión. La señora Sarishvili fue inicialmente detenida, y después liberada. Ahora es la única de los partidarios de Guirgadze que aparece en la prensa. Considera que no le tocan para mantener la apariencia de democracia en la sociedad georgiana. “Se cargaron a la oposición porque Saakashvili teme a Guiorgadze, tiene una fijación con la idea de que Guirgadze le expulsará, dice Irina Sarishvili. – Ahora, cuando la oposición está disuelta, la gente teme acercarse a nosotros, Saakashvili está tranquilo. Pero antes o después se acabará su tranquilidad”.

Llegué a la oficina del partido “Imedi”, cuando su líder daba una rueda de prensa. En cuanto volvió de Moscú atrajo la atención de los periodistas. Lo único que les interesaba era para qué había ido a Moscú, y cómo ella, ciudadana georgiana, había llegado allí. La opositora explicó que había ido a dar una conferencia en la universidad sobre el desarrollo de la democracia en Georgia. Pero no le creyeron. Un canal de televisión incluso mostró una imagen de Sarishivili con el kremlin de fondo. Después, tras la conferencia de prensa, cuando estábamos en su despacho dijo que la televisión habla deliberadamente mal de ella, de esta manera en Georgia se puede comprometer a una persona. “Ellos piensan que usted representa a Guirgadze, - expliqué yo—Todos saben que tras Guirgadze está el kremlin”.

- No sé quién está tras él, pero Guirgadze es una persona brillante, respondió la señora Sarishvili.- Sí, y en Georgia hay una opinión formada sobre él, pero tiene carisma y es la única persona que puede unir a su alrededor a la oposición si le permiten volver a Georgia. Por eso Saakashvili le teme. Ahora, cuando los precios han subido y en invierno nos podemos quedar sin gas el gobierno no quiere a personalidades así, por eso el gobierno nos quiere neutralizar. Así incluso si hay una explosión social este invierno no traerá consecuencias para ellos, salvo la anarquía y el derramamiento de sangre.

La señora Sarishvili dice que Georgia se halla en un punto muerto político, al que la han arrojado los estadounidenses. Rusia no quiere ver a Georgia en la OTAN y por eso no le da la posibilidad de reestablecer su integridad territorial. “Si queremos recuperar Abjasia y Osetia del sur no podemos tener malas relaciones con Rusia, - considera Sarishvili. – Es decir, debemos cambiar nuestra política exterior. ¿Queremos entrar en la OTAN?¿Y para qué necesitamos la OTAN si por ella perdemos parte de nuestro territorio?”.

De esto hablan los politólogos georgianos en los medios de comunicación. La posibilidad del ingreso de Georgia en la OTAN, en opinión de algunos expertos, es bastante lejana. Dicen que Mijail Saakashvili ha hablado recientemente de que las elecciones presidenciales no serán en 2009, sino en 2007 junto con las elecciones legislativas, porque teme seriamente por su cargo: en 2008 se irá el presidente Bush, y la nueva administración de la Casa Blanca no apoyará tanto a Saakashvili como ahora. Dicen también que, a juzgar por la reciente reunión de Finlandia, en la que no se dijo ni una palabra sobre la deportación de georgianos, está claro que Europa se ha definido. “Nadie quiere enfadarse con Rusia, a todos les interesa el gas ruso,- dicen aquí. - Sólo Saakashvili no lo entiende.

Nunca hemos dinamitado los puentes con otros pueblos”

En el hotel “Irapi”, en el mismo centro de Tbilisi trabaja Isolda Mesji. EL marido de Isolda es georgiano con nacionalidad rusa, trabaja en Moscú en el proyecto “Moskva city”. Vivían juntos en Moscú, aunque Isolda tenía nacionalidad georgiana. Hace medio año la mujer volvió a Tbilisi para la boda de su hija. Ahora su hija y su marido están en el extranjero, e Isolda se ha quedado sola: para ir a Moscú a donde su marido necesita visado, y el visado no lo dan en ninguna parte. “En Georgia el 80% de la población considera que la posición de Saakashvili sobre Rusia es inaceptable,- dice Isolda.- Nunca hemos quemado puentes con otros pueblos, somos totalmente cosmopolitas”.

Isolda juzga al gobierno georgiano por el diálogo destructivo que mantiene con Rusia, pero considera que la propia Rusia ha perdido mucho. ¿Acaso las compañías aéreas rusas no han perdido con la anulación de los vuelos a Georgia¿ ¿Acaso en Rusia han olvidado que Georgia es un país de tránsito y es el único camino de Rusia a Armenia? Ahora Armenia está separada de Rusia, ¿le conviene esto a Rusia? ¿Acaso ahora los rusos están más tranquilos porque expulsan a los georgianos del país? Esto significa que mañana pueden hacerlo con otros”.

Dice que Mijail Saakashvili lleva una política exterior mala, pero económicamente Georgia ha mejorado. “Vea usted lo que había en el 99, dice la mujer. No hbía luz ni gas, en la calle Rustaveli, en el centro había montañas de leña, en las escuelas hacía frío, pobreza. Ahora todo ha cambiado. Las pensiones se han duplicado, y aún van a aumentar. Has subido el sueldo de los maestros. Ya no hablo de los bancos y organizaciones comerciales, allí hay incluso becarios que acaban de terminar los estudios y reciben cerca de 500 dólares al mes. Para el pequeño negocio ha llegado una época dorada. Todas las empresas que tiene ingresos menores de 100000 laris al mes no pagan IVA. Han aparecido muchas pequeñas empresas. La vida va mejor”.

En el teatro dramático nacional Rustaveli se representa “La noche duodécima”. La representación es brillante, el público la ve por primera vez después de una larga interrupción. De todas formas la sala solo se llena a medias. “La gente no tiene dinero, - dice el artista del teatro Gogi Alexi-Mesjeshvili. – y tampoco hay disposición de ánimo para ello”. Gogi Alexi-Mesjeshvili es el más conocido director de teatro de Georgia, a menudo es invitado en Rusia y otros países. Hace poco tuvo una invitación del Teatro del Arte de Moscú (MJAT) para representar “El casamiento”, pero no pudo obtener el visado ruso. “No tengo problemas, personalmente de mí, - dice el director-, Tengo doble nacionalidad, puedo ir con pasaporte norteamericano, pero a juzgar por lo que pasa en Moscú, me podrían echar simplemente por mi apellido”.

En el teatro me encuentro con un director de ballet que ha venido a Tbilisi. Dice que la cultura rusa “siempre ha estado impregnada del talento georgiano” y que ahora la cultura rusa la protegen de esos talentos. “¿Sabe usted que Nani Bregvadze volvió a Tbilisi porque no le dan conciertos en Moscú? – dice mi nuevo conocido, que pide que no digamos su nombre,- “¿sabe que Irma Nioradze rechazó bailar en el Marinski en señal de protesta contra el genocidio de los georgianos? ¿Ha oído hablar de los problemas de Tsereteli? ¿los de Akunin? ¿Y por qué rechazaron a Mesjeshvili? ¡Él también tiene talento! En este tiempo solo han dado visado al equipo de sambo georgiano. Y esto porque a Putin le gusta ese deporte”.

Salimos del teatro por la tarde y paseamos por Tbilisi. Los cambios en la ciudad son evidentes. Buenas carreteras, muchos coches, cafés, fuentes, edificios históricos restaurados y nuevas casas. Tbilisi cada vez parece más una ciudad europea. Pero la vida de la gente corriente es dura, sobre todo ahora – de esto, en opinión de mi acompañante, es testimonio el precio de los objetos en las tiendas de antigüedades y en los mercados especializados, que han bajado a la mitad. “Yo soy coleccionista y voy a menudo a “Sujoi Most”, este es el mercado de antigüedades, - cuenta.- La gente se acerca a mi y reduce los precios en tres veces. Antes no veía esto. Tbilisi se construye con precios europeos y la gente vive sólo de lo que encuentra para trabajar. Y ahora han llegado tiempos difíciles. Todo esto gracias a Rusia”.

Antes de irme me encuentro con el líder de la diáspora chechena Jizri Aldamov, que antes representaba a Aslan Masjadov en Georgia. Ahora está alejado de la política y se dedica exclusivamente a ayudar a los refugiados en el desfiladero de Pankisi. Es una persona con gran autoridad en Georgia, y siempre dice lo que piensa, aunque no guste. “En el conflicto ruso-georgiano la culpa es de Georgia,- dice el señor Aldamov.- ¿Para qué insultar a Rusia, a tu vecino, que te da de comer? Los políticos deben ser diplomáticos y no vendedores callejeros. ¿Y por qué enfadarnos porque Rusia no quiere nuestro vino? No quieren intoxicarse con este vino. Primero hay que hacer un vino de calidad, eliminar las falsificaciones y después venderlo a otros países. Entiendo que Putin se preocupe, no de los estómagos de los rusos sino de la situación política. Y nosotros no tenemos que imponer a Rusia nuestro vino. ¿A qué hemos llegado? ¿Nos cortará Rusia el gas o no?¿Nos bombardeará Rusia o no? ¿Sobreviviremos al invierno o no? Nuestros refugiados están dejados de la mano de Dios, porque los georgianos ya lo tienen bastante difícil sin nosotros, ya tienen bastante con sus propios refugiados de Abjasia. En una palabra, la situación de Georgia no es buena.

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